De tan sólo pensar: En hablarte
Y buscar el número que guardé
En mi agenda digital.
Me tiemblan las manos
Y comienzo a sudar.
Dirás que estoy loco
Que cinco segundos, no son un siglo
Que la distancia es evidente
Pero tu luz, encandila mi suerte
Para amarte y soñarte
Aunque sean mis noches... Sin sueño.
Este acontecimiento no termina así
Te imagino, te imagino
Apostando una caricia
Poniéndole precio a los besos
Que llevo, dentro de mí.
Dentro de mí.
La sombra de unos árboles gigantescos
Que adornan un cuadro de Van Gogh
Me dice: Que te olvide
Que esta locura no vale la pena
Pero cuando el alma se envenena
No hay antídoto en la tierra
Que apacigüe este dolor
Qué extraño... Es... El amor.
